Nuestros Principios

Buscamos que las escuelas Wildflower sean una opción para niños y familias en todas partes. Mientras crecemos, nos beneficiamos de una comunidad en expansión de estudiantes y profesionales que trabajan juntos y las eficiencias económicas que pueden surgir al compartir recursos. Al mismo tiempo, protegemos la autonomía de cada guía-líder y resistimos la expansión de la administración central y la autoridad. Cada escuela se ve a sí misma como un nodo en una red, con una libertad sustancial en la toma de decisiones a nivel de la escuela y el acceso a los recursos de la red cuando esos recursos son útiles y atractivos para la escuela. Entre todas las escuelas hay una relación simbiótica, todo lo que hacemos nos afecta unas a otras, para bien o para mal. Existe un compromiso de apoyar a las escuelas Wildflower existentes y las futuras. Siempre que sea posible, también tener nuestros materiales programados y aprendizajes disponibles públicamente, para que todas las escuelas puedan beneficiarse de ellos, estén o no afiliados a Wildflower.

Las escuelas Wildflower se comprometen a proporcionar entornos Montessori auténticos para nuestros estudiantes y al mismo tiempo mantener vivo el compromiso de la Dra. Montessori con la pedagogía científica. En nuestro trabajo para mejorar continuamente, intentamos cosas nuevas, evaluamos rigurosamente nuestros esfuerzos, aprendemos de colegas dentro y fuera de Wildflower y hacemos los ajustes necesarios. Debido a que la observación científica es la base del método Montessori, buscamos utilizar tecnologías modernas para extender y aumentar nuestra capacidad de observación y documentación, sin cambiar la naturaleza concreta y experimental del ambiente preparado.

Vemos nuestro trabajo como una alianza entre guías y familias. Las guías valoran la sabiduría de las familias, invitan su compromiso y comparten con entusiasmo los métodos Montessori con ellos. Los padres de Wildflower tienen un rol de seguidores activos de las escuelas y guías líderes, en lugar de clientes. Las escuelas de Wildflower buscan formas en que los hogares de los niños, la escuela y la comunidad puedan ofrecer experiencias fluidas, que reflejen perspectivas consistentes con el desarrollo de los niños e involucren a los niños como auténticos contribuyentes en cada ambiente.

Las escuelas de Wildflower existen en el contexto de segregación e inequidad de nuestras comunidades y sociedad, y donde no hay justicia no puede haber paz duradera. Como Montessorianos, creemos que la capacidad única de los niños para adaptarse a su entorno hace que la infancia sea la clave para mejorar a largo plazo la sociedad y nuestra mayor esperanza para un mundo más pacífico. Cultivamos esa capacidad en escuelas que incluyen personas de diferentes orígenes raciales, étnicos y económicos. Buscamos formas de hacer que nuestras escuelas sean más accesibles para todas las familias; celebramos la diversidad y fomentamos la inclusión; y, consideramos las oportunidades únicas y desafíos que enfrenta cada niño y nos comprometemos a dar a cada estudiante lo que necesitan para encontrar su propósito y alcanzar su máximo potencial. Reconocemos la importancia de esta tarea y trabajamos para transformarnos a nosotros mismos, a nuestras comunidades escolares y a nuestra sociedad en general para lograr nuestra visión de justicia y paz.

La Dra. Montessori escribió que las escuelas deberían ser estéticamente envolventes y culturalmente enriquecedoras para los niños, que no merecen menos que eso. Las escuelas Wildflower viven esto a través de las elecciones que hacemos sobre materiales y las bellas artes, diseños de interiores desbordados de belleza que comunican a los niños, guías y familias que son valorados y la inclusión de artistas que trabajan como parte del ambiente preparado. Todos nosotros - adultos y niños - exploramos y cultivamos la belleza de nuestros paisajes internos a través de prácticas de mindfulness (conciencia plena), y buscamos llevar esa belleza a nuestras relaciones.

Las escuelas Montessori buscan cultivar en cada niño una relación directa con el mundo natural. En Wildflower, visitamos la naturaleza que nos rodea y traemos abundantes plantas a nuestras escuelas para que los niños aprendan a cuidar su entorno vivo. Limitamos la huella física de cada escuela y minimizamos su impacto al medio ambiente mediante el uso de materiales sostenibles, no tóxicos y ecológicos siempre que sea posible. Mantenemos estándares nutricionales conscientes de la tierra y promueven dietas naturales y saludables para los niños.

El método Montessori surge de la creencia de que los niños son naturalmente buenos, pacíficos y curiosos y que, en el contexto de un ambiente de apoyo, todos los niños se involucran instintivamente en el trabajo de autoconstrucción. Con las libertades apropiadas y el apoyo adecuado, los niños siguen sus intereses para crear experiencias de aprendizaje enriquecedoras, formar comunidades pacíficas, apoyarse y aprender unos de otros. Estamos dedicados a la preparación de ambientes y de nosotros mismos para apoyar el desarrollo de los niños.

Las escuelas Wildflower son escuelas de 1 a 2 ambientes. La facultad enseña y administra todos los aspectos de cada escuela. Las guías líderes de Wildflower son copartícipes y emprendedores sociales, responsables principalmente ante sí mismos y entre sí de todos los aspectos de su escuela. Trabajando a pequeña escala, las guías líderes pueden tomar decisiones cotidianas que responden a las necesidades de los niños y decisiones a nivel escolar que expresan su propia visión en el contexto de las necesidades de los niños, las familias y ellos mismos.

Las escuelas Wildflower están ubicadas en la calle, fácilmente accesible, llenas de luz en calles transitables que inviten a los miembros de la comunidad a ver el trabajo diario de los niños. Las escuelas Wildflower aumentan la presencia de niños y familias en la comunidad con un enfoque geográfico más estrecho que permite caminar hacia y desde la escuela y a través de los alrededores de la escuela a parques públicos, jardines y otros espacios cívicos que en instituciones más grandes estarían en el mismo lugar. Ampliamos nuestra definición de "partes interesadas" más allá de las familias a las que servimos directamente y trabajamos para que nuestras comunidades circundantes sean más fuertes y saludables para los niños.